Posteado por: zabulonlopedepega | marzo 17, 2011

Mt. 19

                               Se marchó de Galilea                               

Jesucristo caminante,

Y llegó hasta Judea,

Seguido por centenares,

Cruzando el río Jordán;

Allí continuó curándoles.

 

Tenían los fariseos

Propósito de tentarle;

Le dicen: “¿A tu mujer

Es lícito repudiarle?”

Repondió Él: “¡Varón y hembra

Nos ha creado el Padre!

¿Jamás lo habéis leído?:

‘Abandonando a su padre

Y a su madre, se unirá

A ella en una carne’.

Ya no serán nunca dos,

Sino una sola carne.

Que lo que Dios ha unido

El hombre no lo separe”.

Entonces le replicaron:

“¡Moisés hizo tolerable

El divorcio!” Dijo Él:

“Conocía vuestros males,

Vuestros duros corazones,

Pero no es lo deseable.

Quien sin motivo repudia

A su mujer, un mal hace”.

 

Replicaron los discípulos:

“Conviene, pues, no casarse”.

“No todos entienden esto,

Sólo quien quiso el Padre;

Hay eunucos que vinieron

Desde el vientre de su madre,

Otros hechos por los hombres,

Otros por amor del Padre.

El que pueda escuchar

Que intente escucharme”.

 

Unos niños presentaron

Para que Él los besase,

Arrancando los discípulos

A reñir y a enfadarse.

Pidió Jesús: “Permitid

A los niños acercarse

A Mí, porque para ellos

Es el Reino de mi Padre;

También para los que son

Como ellos: Imitadles”.

Tras haberles bendecido

Volvieron a sus lugares.

 

Le vino un hombre joven

Diciendo: “Maestro bueno,

¿Cómo tendré vida eterna?”

“¿Bueno? Sólo Dios es bueno.

Si deseas esa vida

Cumple con los mandamientos”.

“¿Cuáles?” “No robar, matar,

No cometer adulterio,

Amar y honrar a tus padres,

No hacer vanos juramentos…”

“Todo esto ya lo cumplo

Desde que era pequeño”.

Le contesta Jesucristo:

“Pues si quieres ser perfecto,

Ve y vende cuanto tienes,

Dáselo a los hambrientos,

Entonces te ganarás

Un tesoro en el cielo,

Y vente siempre conmigo”.

Quedó el joven descontento

Al oír estas palabras,

Pues tenía gran dinero.

Jesucristo explicó:

“¡Qué difícil es el Cielo

Para los que son tan ricos;

Veréis entrar un camello

Por el ojo de una aguja

Antes que un rico en el Reino!”.

Los discípulos entonces,

Con miedo, enmudecieron.

“¡Quién es capaz de salvarse!”

Mas Jesús habló de nuevo:

“No hay nada imposible

Para Dios, Padre Eterno”.

 

 


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